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martes, 30 de septiembre de 2014

VARICES


¿Qué son las varices?

Son dilatación de una o más venas de nuestro organismo. Las varices son por tanto una consecuencia de una función venosa deficiente o desbordada, que puede producirse tanto en hombres como en mujeres y a todas las edades, aunque el problema es más común a edades más avanzadas.

Las venas son los vasos sanguíneas de nuestro organismo necesarios para permitir que la sangre que ha circulado por las arterias para transportar el oxígeno a los diferentes tejidos sea capaz de retornar de nuevo al corazón.

Las venas se distribuyen por todo nuestro organismo recogiendo toda la sangre de retorno. No son iguales las que se sitúan en la parte del cuerpo que queda por encima del corazón que las que ascienden al mismo desde el abdomen y las piernas. La diferencia principal estriba en el hecho de que las venas situadas por debajo del corazón deben vencer la fuerza de la gravedad para cumplir con esa función.

Para poder dirigir la sangre de modo ascendente hacia el corazón disponemos de válvulas en su interior que impiden que la sangre caiga de nuevo hacia abajo y se ayudan de la acción constrictora de los músculos de la pantorrilla y el muslo que, actuando a modo de bombeo, facilitan la propulsión de la sangre hacia la mitad superior del organismo. Por ello, cuando existen circunstancias que dificultan esta función de evacuación de la sangre de las piernas las venas aumentan de presión y acaban dilatándose e inflamándose, lo que acaba produciendo varices.

¿Por qué se producen las varices?

Son generalmente consecuencia de la insuficiencia venosa, y es esta la que provoca síntomas como la sensación de pesadez de las piernas, el dolor o la hinchazón de los pies y los tobillos.

Las varices y /o arañas vasculares son un signo más de este trastorno global, que se produce por el llenado excesivo de las venas superficiales de la piel, lo que acaba dilatándolas.
En personas con gran afectación de varices el grosor de éstas puede ser muy notable, existiendo el riesgo de estallido sangrado de la variz. Con el tiempo otras posibles consecuencias de la insuficiencia venosa son los calambres nocturnos, los picores, la hirperpigmentación de la piel, la hinchazón continua de los tobillos y las úlceras cutáneas por el riego sanguíneo deficiente, en zonas como los tobillos. También puede ocurrir la trombosis de la variz, en cuyo caso aparece como un cordón duro, doloroso, caliente y rojo.


¿Cómo prevenir las varices?
  • Evitar la obesidad y tener una actividad física regular. Caminar todos los días un mínimo de 30 minutos ayuda a reforzar los músculos de la pierna y favorece el retorno venoso. Utilizar un calzado adecuado, ni muy alto ni muy plano.
  • Evitar estar de pie o sentado por tiempo prolongado, sin mover las piernas, así como estirarlas o comprimirlas con fuerza excesiva. Es bueno realizar continuamente ejercicios con las piernas para activar la circulación y ponerlas en alto (por encima del nivel del corazón cuando sea posible).
  • No usar fajas o ligas que las compriman impidiendo el retorno venoso y evitar el estreñimiento comiendo una dieta rica en fibra.
  • Procurar no exponer las piernas al calor intenso.
  • Llevar calcetines o medias elásticas de compresión gradual si el riesgo de varices es elevado (obesidad, mucho tiempo de pie, embarazo, etc)
Tratamiento:

En principio es conservador. Cuando aún no es muy acusada la sintomatología lo esencial es procurar que la enfermedad no progrese. Para ellos es importante llevar a cabo las medidas preventivas y evitar factores como el consumo de anticonceptivos orales.

Existen fármacos flebotónicos que pueden aliviar parcialmente los síntomas de la insuficiencia venosa, pero que no van a conseguir que las varices desaparezcan.

La solución definitiva a la insuficiencia venosa de la pierna es la cirugía, que consisten en extirpar la vena principal (safena), que recoge la sangre de todo el territorio venoso superficial. cuando se practica la intervención disminuye la presión venosa en esta zona y los síntomas mejoran notablemente, desapareciendo asimismo la mayor parte de las varices. La terapia quirúrgica debe plantearse cuando existen varices muy prominentes y molestias importantes, o cuando han surgido complicaciones como varicorragia, flebitis o úlceras cutáneas.

También existen tratamientos estéticos de las varices y arañas vasculares que, sin resolver el problema de base de la insuficiencia venosa, pueden mejorar bastante la situación haciéndolas desaparecer. Estos tratamientos consisten en la acción directa sobre las venas varicosas con sustancias esclerosantes o el láser principalmente, y suelen conseguir la desaparición completa de las varices sobre las que se incida, pero desafortunadamente no evitan que puedan surgir nuevas varices en otras partes de la pierna.

Deportes recomendados para las varices:

La práctica de algunos deportes puede ser favorable para las varices. Especialmente aquellos que favorezcan el retorno venoso. Dentro de ese grupo podríamos citar la natación, los deportes de bicicleta (spinning, mountain bike...), la marcha, el yoga y la gimnasia rítmica, entre otros, modalidades todas ellas que, además de aptas para todos los públicos y edades, ayudan a estimular la circulación y movilizar la sangre acumulada de muslos, pantorrillas, la planta del pie....

Eso sí, debes tener en cuenta que también hay deportes que pueden perjudicarte si sufres de varices y otros problemas circulatorios en las piernas. Son aquellos que requieren saltos continuos o movimientos repentinos, como la mayoría de deportes de raqueta (tenis, squash...) el baloncesto, balonmano o voleibol, ya que pueden perjudicar el correcto funcionamiento de las válvulas internas de las venas.

Tampoco son positivos los deportes que te hagan forzar la posición con frecuencia (motociclismo, escalada, la equitación o el piragüismo), ya que pueden comprimir muslos y pantorrillas, todo lo contrario de lo que buscamos para aliviar tus varices. Lógicamente aquellas prácticas que pueden causar hemorragias por roturas venosas, como el fútbol, el hockey, el rugby y otros deportes de contacto tipo judo tampoco son recomendables.