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viernes, 16 de febrero de 2024

DIABETES GESTACIONAL

 

 ¿Qué es la diabetes gestacional?

La diabetes gestacional es un trastorno específico del embarazo, que ocurre cuando el cuerpo de la mujer no gestiona de forma correcta la hormona insulina. El problema se da cuando el organismo fabrica poca insulina o no la aprovecha como debería. El resultado de ese desajuste en el metabolismo es que la glucosa se acumula en la sangre.

La insulina es una hormona que se fabrica en el páncreas y es la responsable de convertir el azúcar que proviene de los alimentos (glucosa) y que circula por la sangre, en energía.

Una de las complicaciones más habituales en el embarazo

Según datos de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la diabetes gestacional afecta a 1 de cada 10 mujeres durante el embarazo, siendo una de las complicaciones más comunes en esta etapa de la vida.

El embarazo implica un aumento de actividad en el metabolismo de la mujer. Para mantener la glucosa en niveles correctos, esta necesita producir más insulina. Cuando la cantidad adicional que produce no es suficiente, la glucosa en sangre se eleva a niveles fuera de los valores normales.

Sin causa conocida

No se conoce una causa específica de la diabetes gestacional, pero se cree que las hormonas del embarazo reducen la capacidad propia del cuerpo de utilizar y responder a la acción de la insulina.

Síntomas muy leves

La diabetes gestacional no provoca síntomas o estos son leves, generalmente. Por esta razón se realiza un test a todas las embarazadas entre la semana 24 y 28 de embarazo para saber si padecen o no esta afección.

En caso de que sí se produzcan síntomas, pueden ser los siguientes:

 

·         Visión borrosa.

·         Fatiga.

·         Sed y necesidad de beber mucha agua.

·         Poliuria: incremento de la micción.

·         Náuseas y vómitos.

·         Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito.

·         Infecciones urinarias, candidiasis vaginales.

Una prueba en la semana 24 para diagnosticarla



El test de O ‘Sullivan es una prueba que se realiza alrededor de la semana 24 y 28 de gestación a todas las embarazadas, generalmente aprovechando el análisis de sangre del segundo trimestre. Este test determina la cantidad de glucosa en sangre venosa de la paciente una hora después de haber tomado 50 gramos de glucosa por vía oral. La glucosa se toma a través de un jarabe bastante dulzón que muchas embarazadas no toleran bien, por lo que es habitual sentir náuseas y malestar después de tomarlo.

Si el resultado del análisis de esta prueba es mayor de 140 a la hora de la ingesta, se procede al segundo paso, que es tomar 100 gramos de glucosa y medir a las 3 horas. Si el nivel es mayor de 140 a las 3 horas de la ingesta, se establece diagnóstico de diabetes gestacional.

¿Existen factores de riesgo para padecerla?

Algunos factores que pueden predisponer a sufrir diabetes gestacional son:

 

·         Antecedentes familiares de diabetes.

·         Padecer diabetes antes de estar embarazada.

·         Diabetes gestacional en un embarazo anterior.

·         Edad superior a 35 años.

·         Hipertensión arterial.

·         Síndrome de ovarios poliquísticos.

Sobre estos aspectos, la mujer no tiene control, pero sí existen otros factores de riesgo sobre los que puede actuar, con el fin de disminuir el riesgo de desarrollar diabetes gestacional:

 

·         Sobrepeso antes y al inicio del embarazo: un índice de masa corporal (IMC) superior a 30.

·         Seguir una alimentación inadecuada.

·         Falta de ejercicio.

·         Ser fumadora.

Tres pilares en el tratamiento: dieta, ejercicio y análisis



El tratamiento para la diabetes gestacional tiene como propósito mantener un nivel de glucosa en la sangre equivalente al de las embarazadas sin diabetes gestacional, e incluye siempre dieta y actividad física.

Para comprobar los niveles de glucosa, se suele entregar a la embarazada un glucómetro, que es un aparato que sirve para que ella misma pueda realizarse un análisis de la glucosa en sangre mediante punción en la yema del dedo. En general, se comienza realizando dicho análisis 3 o 4 veces al día durante algunas semanas. Si los controles presentan valores dentro de la normalidad, será posible bajar la frecuencia o cesarlos completamente, pero siempre debemos seguir las indicaciones del ginecólogo.

Para aquellas mujeres que no consigan mantenerse dentro de un buen control con el tratamiento dietético y la realización de ejercicio, se precisará un tratamiento con inyecciones de insulina.

Posibles complicaciones para la mujer y el bebé

El buen control que la mayoría de las mujeres lleva hoy en día de su diabetes gestacional hace que la mayoría no sufra ninguna consecuencia de importancia, ni para su salud ni para la del bebé. Sin embargo, un mal control de esta condición durante el embarazo puede suponer riesgos para ambos:

Complicaciones para la mujer:

 

·         Tensión arterial alta y como consecuencia, preclampsia.

·         Diabetes futura: es más probable que sufra diabetes gestacional en un embarazo futuro y también hay más probabilidades de que desarrolle diabetes tipo 2.

·         Mayor riesgo de complicaciones en el parto: cesárea, parto instrumental…

Complicaciones que pueden afectar al bebé:

 

·         Exceso de peso al nacer: por el elevado nivel de glucosa en sangre durante el embarazo.

·         Mayor riesgo de parto prematuro y síndrome de dificultad respiratoria.

·         Hipoglucemias tras el nacimiento, debido a su alta producción de insulina.

·         Mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro.

Diez consejos para un buen control de la diabetes gestacional

Si consigues mantener el nivel de glucosa en sangre controlado tras haber sido diagnosticada con diabetes prenatal, podrás evitar complicaciones, tanto para el bebé como para ti. Para lograrlo, es fundamental que cuides tu estilo de vida, lleves una dieta equilibrada, controles las glucemias y realices actividad física moderada.

·         1. No cometas excesos.
Procura que la cantidad de calorías que tomes cada día sea más o menos estable, sin pasarte mucho un día o quedarte corta otro.

·         2. Realiza cinco comidas diarias.
Haz 5 o 6 comidas más ligeras en lugar de solo 3 comidas fuertes, porque la digestión en sí sube la glucemia.

·         3. Sigue un horario regular.
Intenta comer a las mismas horas todos los días.

·         4. Ingiere alimentos de todos los grupos
Es recomendable que no comas demasiado de un tipo de alimento y o dejes de comer de otro, aunque te guste menos. En este sentido, debes controlar ciertas grasas animales, mientras que las verduras, hortalizas, carne, pescado o huevos puedes tomarlos de forma libre, siempre equilibradamente.

·         5. Haz distinciones.
Aprende a reconocer qué alimentos son los que más afectan a tus niveles de glucosa en sangre y cuáles no, para no abusar de los que pueden perjudicarte.

·         6. No al azúcar.
Evita el azúcar y los productos elaborados con ella, como bollería, pasteles o helados. Para endulzar tus platos, puedes utilizar estevia o extracto de espelta. Por su parte, la sacarina no se recomienda durante el embarazo porque estudios clínicos han mostrado que puede atravesar la barrera placentaria y permanecer en el tejido fetal. Los efectos no son claros todavía y, por eso, lo mejor es evitarla.

·         7. Apuesta por lo integral.
Los hidratos de carbono (pan, cereales, patata, arroz, pasta, galletas…) mejor que sean integrales, ya que aumentan menos la glucosa y aportan mucha más fibra.

·         8. Evita la leche entera y los zumos envasados.
Toma mejor leche semidesnatada o desnatada y siempre un máximo de 3 vasos al día. De hecho, si tras tomarla en el desayuno el nivel de glucosa es alto, sustituye la leche por una bebida de avena. Respecto a la fruta, consúmela preferiblemente entera antes que en zumo y, por supuesto, evita los que son envasados.

·         9. Busca la dieta que mejor se adapte a tu embarazo.
No hay una dieta igual para todas las mujeres con diabetes gestacional. Dependiendo de la levedad o gravedad de cada caso, la dieta a seguir será más o menos estricta. Ayúdate de un nutricionista que pueda prepararte un plan personalizado para los meses de embarazo.

·         10. Practica ejercicio moderado.
Realiza alguna actividad física de forma moderada 30 minutos al día. Un reciente estudio realizado en casi 3.000 mujeres concluyó que aquellas que practicaban ejercicio moderado de forma regular tenían un 30% menos de probabilidades de desarrollar diabetes gestacional. Ejemplos de ejercicios aconsejados en el embarazo son pilates o yoga prenatal, caminar o la gimnasia en el agua.


domingo, 11 de febrero de 2024

SINDROME GENITOURINARIO EN LA MENOPAUSIA

 

¿QUÉ ES EL SÍNDROME GENITOURINARIO DE LA MENOPAUSIA (SGM)?

El síndrome genitourinario de la menopausia (SGM), anteriormente conocido como atrofia vaginal, es un conjunto de cambios que afectan a toda la zona íntima femenina:

  • Vagina
  • Vulva
  • Vías urinarias
  • Suelo pélvico

Estos cambios se producen a nivel anatómico, fisiológico y funcional, tanto en el área vulvovaginal como en el tracto urinario.

En España, la edad media de la menopausia es de 51 años. Por tanto, muchas mujeres sufrirán este cuadro clínico casi 1/3 de su vida.

¿CUÁL ES LA CAUSA DEL SÍNDROME GENITOURINARIO DE LA MENOPAUSIA?

La causa del síndrome genitourinario es el descenso de la producción de hormonas femeninas en la menopausia.

Esta carencia de estrógenos y de otros esteroides sexuales en la menopausia pueden producir una serie de alteraciones que se engloban dentro del síndrome genitourinario de la menopausia.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DEL SÍNDROME GENITOURINARIO?

El SMG puede cursar con los siguientes síntomas:

SÍNTOMAS GENITALES

  • Sequedad
  • Irritación
  • Falta de lubricación en la actividad sexual
  • Dolor
  • Ligero sangrado
  • Ardor

SÍNTOMAS URINARIOS

  • Disuria (dolor al orinar)
  • Urgencia miccional (necesidad intensa y repentina de orinar)
  • Infecciones urinarias

EL SGM Y LA FALTA DE DESEO SEXUAL

El problema sexual más frecuente en la mujer es la falta de deseo sexual.

Aunque afecta a mujeres de todas las edades, hay un pico de mayor prevalencia en la menopausia, porque puede estar asociado indirectamente al síndrome genitourinario.


La dispareunia (dolor en las relaciones sexuales), relacionada con la atrofia vulvovaginal, es un factor crucial en la sexualidad de la mujer en la menopausia, y se debe fundamentalmente a los cambios que se producen en la zona íntima causados por la falta de estrógenos en la menopausia.

La dispareunia es un problema de salud que afecta y disminuye la calidad de vida de la mujer, y es una de las principales causas por las que este grupo de pacientes evita las relaciones sexuales.

Según datos del estudio REVIVE español, que representa la mayor cohorte estudiada respecto a la sintomatología del SGM, la dispareunia es el síntoma más molesto para las mujeres postmenopáusicas sexualmente activas.



¿CÓMO SE TRATAN LOS SÍNTOMAS DEL SÍNDROME GENITOURINARIO?

Los ginecólogos de la Unidad de Ginecología de Instituto Médico Láser recomiendan a nuestras pacientes tratar los síntomas del síndrome genitourinario mediante una combinación de la adopción de hábitos de estilo de vida saludable y tratamientos ginecológicos.

HÁBITOS DE ESTILO DE VIDA SALUDABLE

Para favorecer la salud general y, por tanto, también la genitourinaria, los ginecólogos de IML recomiendan:

. Evitar el sobrepeso y la obesidad

Un índice de masa corporal superior a 27kg/m2 aumenta el riesgo de sequedad vaginal.

. Reducir el consumo de alcohol

. Evitar el tabaco

El tabaquismo está asociado a un déficit de estrógenos y, en consecuencia, pueden intensificarse los síntomas del SGM.

. Ejercicio físico moderado, con regularidad

Sin embargo, hay que evitar el ejercicio extenuante, ya que favorece la atrofia vaginal.

. Mantener la actividad sexual

Las mujeres sexualmente activas presentan menos síntomas de síndrome genitourinario de la menopausia.

. Practicar regularmente los ejercicios de Kegel

Pueden ayudar a fortalecer el suelo pélvico, aumentar el tono vaginal y la oxigenación de los tejidos pélvicos.

TRATAMIENTOS GINECOLÓGICOS PARA EL SÍNDROME GENITOURINARIO

Los tratamientos para el síndrome genitourinario que puede indicar el ginecólogo se dividen en dos grupos:

  1. Alternativas terapéuticas clásicas
  2. Tratamientos de Ginecología Regenerativa Láser

¿CUÁLES SON LAS ALTERNATIVAS TERAPÉUTICAS CLÁSICAS?

Hoy en día existen diferentes opciones terapéuticas clásicas para paliar los síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia.

Desde los productos lubricantes de uso tópico hasta los fármacos no estrogénicos de administración oral, pasando por la terapia con estrógenos o la aplicación de probióticos, entre otros.

Todas ellas requieren la indicación precisa del ginecólogo, según las necesidades concretas de cada paciente.

TRATAMIENTOS DE GINECOLOGÍA REGENERATIVA LÁSER

El tratamiento consiste en la estimulación de la zona genital afectada mediante la energía del láser, con el fin de activar la generación de fibras de colágeno y elastina, sustancias fundamentales del tejido de sostén pélvico.

Además, produce un aumento de la neovascularización local. Este incremento del flujo sanguíneo en la zona tratada mejora el estado funcional de la vagina, la vulva y la región periuretral.