¿Qué es la
diabetes gestacional?
La diabetes gestacional es un trastorno específico del
embarazo, que ocurre cuando el cuerpo de la mujer no gestiona de forma correcta
la hormona insulina. El problema se da cuando el organismo fabrica poca
insulina o no la aprovecha como debería. El resultado de ese desajuste en el
metabolismo es que la glucosa se acumula en la sangre.
La insulina es una hormona que se fabrica en el
páncreas y es la responsable de convertir el azúcar que proviene de los
alimentos (glucosa) y que circula por la sangre, en energía.
Una de las complicaciones más habituales en el
embarazo
Según datos de la Sociedad Española de Medicina Interna
(SEMI), la diabetes gestacional afecta a 1 de cada 10
mujeres durante el embarazo, siendo una de las complicaciones más comunes en
esta etapa de la vida.
El embarazo implica un aumento de actividad en el
metabolismo de la mujer. Para mantener la glucosa en niveles correctos, esta
necesita producir más insulina. Cuando la cantidad adicional que produce no es
suficiente, la glucosa en sangre se eleva a niveles fuera de los valores
normales.
Sin causa conocida
No se conoce una causa específica de la diabetes
gestacional, pero se cree que las hormonas del embarazo reducen la capacidad
propia del cuerpo de utilizar y responder a la acción de la insulina.
Síntomas muy leves
La diabetes gestacional no provoca síntomas o estos
son leves, generalmente. Por esta razón se realiza un test a todas las
embarazadas entre la semana 24 y 28 de embarazo para saber si padecen o no esta
afección.
En caso de que sí se produzcan síntomas, pueden ser
los siguientes:
·
Visión
borrosa.
·
Fatiga.
·
Sed y necesidad de beber mucha agua.
·
Poliuria: incremento de la micción.
·
Náuseas y
vómitos.
·
Pérdida de
peso a pesar del aumento del
apetito.
·
Infecciones
urinarias, candidiasis vaginales.
Una prueba en la semana 24 para diagnosticarla
El test de O ‘Sullivan es una
prueba que se realiza alrededor de la semana 24 y 28 de gestación a todas las
embarazadas, generalmente aprovechando el análisis de sangre del segundo
trimestre. Este test determina la cantidad de glucosa en sangre venosa de la
paciente una hora después de haber tomado 50 gramos de glucosa por vía oral. La
glucosa se toma a través de un jarabe bastante dulzón que muchas embarazadas no
toleran bien, por lo que es habitual sentir náuseas y malestar después de
tomarlo.
Si el resultado del análisis de esta prueba es mayor
de 140 a la hora de la ingesta, se procede al segundo paso, que es tomar 100
gramos de glucosa y medir a las 3 horas. Si el nivel es mayor de 140 a las 3
horas de la ingesta, se establece diagnóstico de diabetes gestacional.
¿Existen factores de riesgo para padecerla?
Algunos factores que pueden predisponer a sufrir
diabetes gestacional son:
·
Antecedentes
familiares de diabetes.
·
Padecer
diabetes antes de estar embarazada.
·
Diabetes
gestacional en un embarazo anterior.
·
Edad superior
a 35 años.
·
Hipertensión
arterial.
·
Síndrome de
ovarios poliquísticos.
Sobre estos aspectos, la mujer no tiene control, pero
sí existen otros factores de riesgo sobre los que puede actuar, con el fin de
disminuir el riesgo de desarrollar diabetes gestacional:
·
Sobrepeso
antes y al inicio del embarazo: un
índice de masa corporal (IMC) superior a 30.
·
Seguir una alimentación inadecuada.
·
Falta de
ejercicio.
·
Ser fumadora.
Tres pilares en el tratamiento: dieta, ejercicio y
análisis
El tratamiento para la diabetes gestacional tiene como
propósito mantener un nivel de glucosa en la sangre equivalente al de las
embarazadas sin diabetes gestacional, e incluye siempre dieta y actividad
física.
Para comprobar los niveles de glucosa, se suele
entregar a la embarazada un glucómetro, que es un aparato que sirve para que
ella misma pueda realizarse un análisis de la glucosa en sangre mediante
punción en la yema del dedo. En general, se comienza realizando dicho análisis
3 o 4 veces al día durante algunas semanas. Si los controles presentan valores
dentro de la normalidad, será posible bajar la frecuencia o cesarlos
completamente, pero siempre debemos seguir las indicaciones del ginecólogo.
Para aquellas mujeres que no consigan mantenerse
dentro de un buen control con el tratamiento dietético y la realización de
ejercicio, se precisará un tratamiento con inyecciones de insulina.
Posibles complicaciones para la mujer y el bebé
El buen control que la mayoría de las mujeres lleva
hoy en día de su diabetes gestacional hace que la mayoría no sufra ninguna
consecuencia de importancia, ni para su salud ni para la del bebé. Sin embargo,
un mal control de esta condición durante el embarazo puede suponer riesgos para
ambos:
Complicaciones para la mujer:
·
Tensión
arterial alta y como consecuencia,
preclampsia.
·
Diabetes
futura: es más probable que sufra
diabetes gestacional en un embarazo futuro y también hay más probabilidades de
que desarrolle diabetes tipo 2.
·
Mayor riesgo de complicaciones en el parto: cesárea, parto instrumental…
Complicaciones que pueden afectar al bebé:
·
Exceso de peso
al nacer: por el elevado nivel de glucosa
en sangre durante el embarazo.
·
Mayor riesgo de parto prematuro y síndrome de dificultad
respiratoria.
·
Hipoglucemias tras el nacimiento, debido a su alta producción
de insulina.
·
Mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro.
Diez consejos para un buen control de la diabetes
gestacional
Si consigues mantener el nivel de glucosa en sangre
controlado tras haber sido diagnosticada con diabetes prenatal, podrás evitar
complicaciones, tanto para el bebé como para ti. Para lograrlo, es fundamental
que cuides tu estilo de vida, lleves una dieta equilibrada, controles las
glucemias y realices actividad física moderada.
·
1. No cometas
excesos.
Procura que la cantidad de calorías que tomes cada día sea más o menos estable,
sin pasarte mucho un día o quedarte corta otro.
·
2. Realiza
cinco comidas diarias.
Haz 5 o 6 comidas más ligeras en lugar de solo 3 comidas fuertes, porque la
digestión en sí sube la glucemia.
·
3. Sigue un
horario regular.
Intenta comer a las mismas horas todos los días.
·
4. Ingiere
alimentos de todos los grupos
Es recomendable que no comas demasiado de un tipo de alimento y o dejes de
comer de otro, aunque te guste menos. En este sentido, debes controlar ciertas
grasas animales, mientras que las verduras, hortalizas, carne, pescado o huevos
puedes tomarlos de forma libre, siempre equilibradamente.
·
5. Haz
distinciones.
Aprende a reconocer qué alimentos son los que más afectan a tus niveles de
glucosa en sangre y cuáles no, para no abusar de los que pueden perjudicarte.
·
6. No al
azúcar.
Evita el azúcar y los productos elaborados con ella, como bollería, pasteles o
helados. Para endulzar tus platos, puedes utilizar estevia o extracto de
espelta. Por su parte, la sacarina no se recomienda durante el embarazo porque
estudios clínicos han mostrado que puede atravesar la barrera placentaria y
permanecer en el tejido fetal. Los efectos no son claros todavía y, por eso, lo
mejor es evitarla.
·
7. Apuesta por
lo integral.
Los hidratos de carbono (pan, cereales, patata, arroz, pasta, galletas…) mejor
que sean integrales, ya que aumentan menos la glucosa y aportan mucha más
fibra.
·
8. Evita la
leche entera y los zumos envasados.
Toma mejor leche semidesnatada o desnatada y siempre un máximo de 3 vasos al
día. De hecho, si tras tomarla en el desayuno el nivel de glucosa es alto,
sustituye la leche por una bebida de avena. Respecto a la fruta, consúmela
preferiblemente entera antes que en zumo y, por supuesto, evita los que son
envasados.
·
9. Busca la
dieta que mejor se adapte a tu embarazo.
No hay una dieta igual para todas las mujeres con diabetes gestacional.
Dependiendo de la levedad o gravedad de cada caso, la dieta a seguir será más o
menos estricta. Ayúdate de un nutricionista que pueda prepararte un plan
personalizado para los meses de embarazo.
·
10. Practica
ejercicio moderado.
Realiza alguna actividad física de
forma moderada 30 minutos al día. Un reciente estudio realizado en casi 3.000
mujeres concluyó que aquellas que practicaban ejercicio moderado de forma
regular tenían un 30% menos de probabilidades de desarrollar diabetes
gestacional. Ejemplos de ejercicios aconsejados en el embarazo son pilates o
yoga prenatal, caminar o la gimnasia en el agua.