¿Qué es la exploración mamaria?
Se trata de una técnica basada en la observación y palpación de las mamas. Gracias a ello, podemos detectar la aparición de alteraciones en la forma y tamaño de los pechos; y tratarlo de forma precoz. Se debe convertir en un hábito para todas las mujeres empezando desde bien jóvenes.
Se recomienda la autoexploración ya que cada mujer conoce especialmente su cuerpo y son ellas mismas las que detectan cualquier anomalía.
¿Dónde y cuando es recomendable realizarla?
Se debe realizar en una habitación con buena iluminación y una temperatura adecuada. Una buena opción sería realizar la exploración durante la ducha, presionando los senos por partes, de manera firme y con la mano abierta para detectar cualquier tumoración o zona dolorosa, incluyendo pezones.
Es necesario realizar la autoexploración todos los meses, 1 semana posterior a la menstruación ya que durante y días antes del periodo, las mamas pueden encontrarse hinchadas o con sensación de dolor.
¿A qué debemos prestar atención?
- Aparición de protuberancias
- Aumento de volumen de una mama
- Sensación de dolor al tocarse
- Hundimiento, secreciones o cambios en la coloración en el pezón
- Lesiones, ulceraciones, abultamientos en axilas e hinchazón en la parte alta del brazo
Pasos a realizar:
1. En primer lugar, OBSERVACIÓN
- Debemos de colocarnos frente al espejo con los brazos a ambos lados del cuerpo. Observaremos si las mamas son del mismo tamaño y de la misma forma, si la piel está lisa, sin presencia de arrugas y el borde inferior es liso y regular.
- Levantaremos los brazos en posición vertical (en alto) y comprobaremos si se ve alguna diferencia entre pechos o entre axilas.
- A continuación, será necesario unir las manos a la altura del cuello haciendo fuerza hacia fuera con el fin de que los músculos del tórax se tensen y poder ver si existe algún tipo de anomalía.
- Echaremos un vistazo a los pezones colocando los brazos a ambos lados del cuerpo y lo apretaremos para ver si expulsa algún tipo de secreción. También debemos de observar el tamaño y forma de la aureola; ver si las rugosidades existentens han cambiado o si ha aparecido alguna mancha o coloración de tipo anormal.
2. En segundo lugar, PALPACIÓN.
- Debemos dividir la mama en 4 partes iguales que se unen al pezón. Con la mano abierta y dedos extendidos, presionaremos lentamente la mama hacia dentro explorando cada cuadrante.
- Para palpar la mama izquierda, será necesario tumbarse boca arriba y posicionar el brazo izquierdo flexionado debajo de la cabeza. Palparemos la mama con los dedos de la mano contraria sin dejar ninguna zona sin palpar. Al terminar, se explorará también la axila izquierda.
- Para palpar la mama derecha, realizaremos el mismo procedimiento pero con la mano contraria.
SIGNOS DE ALARMA PARA ACUDIR AL MÉDICO
- Tamaño o dureza diferente entre mamas
- Aparición de puntos, manchas, arrugas o pliegues nuevos que antes no estaban
- Observa líquido que fluye por el pezón (en caso de no estar dando pecho o embarazada)
- Pezón que se encuentra retraído o contiene llagas
- Aparición de bultos en el pecho o axila
- Cambio en el aspecto, tamaño o consistencia de cicatrices o bultos ya existentes
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