El colecho. La práctica de dormir
los hijos con los padres
En muchas tribus del mundo se ha practicado y se practica el colecho, bien
por tradición o bien por necesidad. La cuestión es que actualmente en el mundo
desarrollado se está hablando más de lo que es el colecho y de los beneficios o
riesgos que supone su práctica.
¿Qué es el colecho?
El colecho es una práctica en la que bebés o niños pequeños duermen con uno
o los dos progenitores en la misma cama, camas o cuna contiguas a la cama de
los progenitores. También pueden ser en sofás, colchonetas, tatamis, etc.
Se puede realizar colecho de forma:
- Puntual: si se hace para amamantar al bebé o
para consolarle.
- Durante toda la noche, que es el colecho
propiamente dicho.
¿Beneficios del colecho?
Al nacer, el ser humano es muy inmaduro, necesitando ayuda para cubrir
determinadas necesidades básicas como la alimentación, control de temperatura
corporal, regulación de respiración, etc. Según la Asociación Española de Pediatría de
Atención Primaria, el colecho satisface estas necesidades, siendo
éstos sus beneficios:
- Favorece la lactancia materna.
- Estabiliza la temperatura del bebé.
- Mejora la oxigenación del bebé al acoplarse
los ritmos respiratorios.
- Favorece el sueño de la madre.
- Mejora la relación con sus progenitores.
- Más sensación de seguridad del bebé.
- Produce secreción de la prolactina y
oxitocina al estar en continuo contacto con la madre.
- La oxitocina tiene capacidad relajante,
generando una sensación de bienestar.
- La prolactina aumenta la secreción de leche
y facilita el paso a la boca del bebé.
¿Inconvenientes del colecho?
Existen estudios que relacionan el colecho con el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), aunque
estos estudios tienen muchas limitaciones, ya que no distingue entre las
diferentes formas de colecho y pasan por alto otras situaciones de riesgo. En
otros estudios realizados recientemente, la relación con colecho del SMSL
desaparece al comparar con otros factores de riesgo (posición boca abajo del
bebé al dormir; consumo de alcohol, tabaco u otras drogas por la madre o dormir
en superficies blandas).
Hay determinadas circunstancias especiales en las que se recomienda NO
practicar el colecho (según el Consenso del
Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría):
- Lactantes menores de 3 meses de edad.
- Prematuridad y bajo peso al nacer.
- Progenitores que consuman tabaco, alcohol,
drogas o fármacos sedantes.
- Situaciones de cansancio, especialmente de
cansancio extremo, como el postparto inmediato.
- Colecho sobre superficies blandas, colchones
de agua, sofá o sillones.
- Compartir la cama con otras familias, con
otros niños o con múltiples personas.
Recomendaciones para un colecho seguro
Determinados factores durante la práctica del colecho pueden aumentar el
riesgo de muerte súbita del lactante por lo que hay unas recomendaciones que
seguir para realizar un colecho seguro, (OMS, UNICEF, AEP) que son:
- El bebé debe dormir siempre boca arriba.
- El colchón debe ser plano y firme. No
utilizar colchones de agua ni dormir en el sofá.
- Hay que tener precauciones para que el bebé
no pueda llegar a caerse de la cama, o quedar atrapado en algún hueco.
- Evitar el uso de almohadas, mantas con pelo,
acolchados, cojines y/o peluches.
- No cubrir la cabeza del bebé.
- Evitar arropar al niño en exceso.
- No dormir en la misma cama si se es fumador.
No fumar en la habitación en ningún momento.
- No compartir la cama con el bebé si se ha
consumido bebidas alcohólicas, drogas, somníferos y/o medicación que
altere el nivel de conciencia.
- No dormir en la misma cama si se padece
alguna enfermedad que disminuya el nivel de respuesta, como diabetes, si
tiene elevado riesgo de hipoglucemias, o epilepsia mal controlada.
- No compartir la cama si se está muy cansado
o si alguno tiene fiebre.
- No permitir a las mascotas compartir la cama
con el bebé.
Conclusiones
- El colecho en la maternidad da lugar a un
aumento de la frecuencia de las tomas al pecho.
- El colecho en la maternidad, con cuna tipo
sidecar no da lugar a situaciones de riesgo para el bebé.
En resumen, la práctica del colecho con los hijos es una decisión de los
progenitores, siempre siguiendo unos cuidados especiales para que sea seguro.
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