LAS NAÚSEAS DEL PRIMER TRIMESTRE DEL EMBARAZO

¿Cómo son las naúseas del primer trimestre del embarazo? Las náuseas es una sensación, que se produce por la mañana, de repente, de manera intensa. Según las estadísticas, las náuseas afectan al 85% de las embarazadas, especialmente si están esperando su primer hijo. La molesta sensación empieza alrededor de la sexta o séptima semana de embarazo y desaparece hacia finales del tercer mes. Sin embargo, no siempre es así, pues es frecuente que continúe, incluso, hasta el cuarto mes, mientras que son pocas las mamás que sufren náuseas durante todo el embarazo. ¿Cuáles son las causas de las náuseas? Son muchos los factores que pueden causar este trastorno: sobre todo, los altos niveles de gonadotropina coriónica, la hormona del embarazo presente en la sangre, pero también una reacción psicológica de inconsciente disgusto ante el hecho de afrontar un embarazo. Las náuseas también pueden deberse a otros factores, como el exceso de estrógenos, una alergia a sustancias producidas por el embrión o la carencia de algunas vitaminas (sobre todo, B6) en el organismo materno. ¿Cómo se pueden prevenir las náuseas? Cuando las náuseas son insoportables, puede ser suficiente con no dejar el estómago vacío. Comer un trozo de pan o tostadas entre una comida y otra, quizás dejándolos en la mesilla de noche para poderlos tomar incluso durante la noche, es una buena estrategia. También se debe evitar tomar alimentos grasos o templados (es mejor tomarlos fríos o calientes) y beber durante las comidas, teniendo en cuenta que las bebidas sin gas no quitan las náuseas, mientras que las gaseosas, como la tónica o la limonada, “llenan” el estómago. ¿Hay soluciones caseras para solucionar las náuseas? Hay soluciones caseras que te pueden aliviar ese estado de náuseas como un caramelo de menta, o cuando te encuentres mal, tomar algo como tostadas suelen aliviar el malestar y no llegar a las náuseas. ¿Cuándo recurrir a los fármacos? Cuando las náuseas y los vómitos impiden comer, es preciso intervenir con fármacos. La vitamina B6, por ejemplo, es inocua para el niño y atenúa las náuseas, aunque no los vómitos. Aún más eficaces son algunos antihistamínicos, que son seguros para el feto. Estos fármacos deben ser prescritos por un médico.