Menopausia
La menopausia es el momento que marca el final de los ciclos
menstruales. Se diagnostica después de que transcurren doce meses sin que
tengas un período menstrual.
La menopausia es un proceso biológico natural. Sin embargo,
los síntomas físicos, como los sofocos y los síntomas emocionales de la
menopausia, pueden alterar el sueño, disminuir la energía o afectar la salud
emocional. Hay muchos tratamientos eficaces disponibles: desde ajustes en el
estilo de vida hasta terapia hormonal.
En los meses o años conducentes a la menopausia
(perimenopausia), es posible que experimentes estos signos y síntomas:
•
Períodos menstruales irregulares
•
Sequedad vaginal
•
Sofocos
•
Escalofríos
•
Sudores nocturnos
•
Problemas de sueño
•
Cambios en el estado de ánimo
•
Aumento de peso y metabolismo lento
•
Afinamiento del cabello y piel seca
•
Pérdida de volumen en los senos
Sofocos
En España, seis de cada diez mujeres que padecen síntomas
relacionados con la menopausia afectan a
su calidad de vida. El sofoco con una alta probabilidad es el síntoma principal
de la menopausia. Se manifiesta como una súbita sensación de calor que se
concentra en el cuello, la cara y el tórax acompañada de rubor, palpitaciones y
sudoración agobiante que provoca un aumento del flujo sanguíneo produciendo un
importante malestar y situaciones incómodas en la vida diaria.
Entre el 75% de las mujeres experimenta durante la
perimenopausia y la menopausia esa sensación, y un 20% tendrá sofocos durante
más de 5 años. Según estudios recientes, la duración de los sofocos en la mujer
española alcanza los 7 años de media.
Generalmente los sofocos duran menos de 2 minutos, aunque la sudoración que los
acompaña puede llegar a los 30 minutos. Hay mujeres que pueden tenerlos 2 o 3
veces en 24h tanto de día como de noche,
frente a unas pocas que llegan a los 20 diarios, con una grave afectación de la
calidad de vida consecuentemente.
Los sofocos son fruto de la alteración del control de la temperatura corporal
que, en parte, depende de los niveles de estrógenos. Son impredecibles pero los
desencadenantes son principalmente el estrés emocional, las comidas copiosas,
el tabaco, el consumo de alcohol y cambios bruscos de temperatura.
Cambios en el estilo de vida para aliviar los sofocos
Antes de pensar en tomar un medicamento, intente primero
hacer cambios en su estilo de vida. Los médicos recomiendan que las mujeres
hagan cambios como los siguientes durante al menos 3 meses antes de comenzar a
tomar algún medicamento.
Si los calores súbitos la están manteniendo despierta por la
noche, mantenga su dormitorio más frío y trate de beber pequeñas cantidades de
agua fría antes de acostarse. Arregle su cama usando varias capas de sábanas y
cobijas para que pueda ajustarlas como sea necesario. Algunas mujeres encuentran
que un ventilador de cama es útil. Aquí presentamos algunos otros cambios en el
estilo de vida que usted puede hacer:
•
Vístase usando prendas en capas que pueda
quitarse cuando empieza a sentir los calores súbitos.
•
Evite el alcohol,
las comidas picantes y la cafeína. Estos pueden empeorar los síntomas
menopáusicos.
•
Si fuma,
trate de dejar de hacerlo, no solamente por los síntomas
menopáusicos, sino por su salud general.
•
Trate de mantener un
peso saludable. Las mujeres que tienen sobrepeso o son obesas pueden
padecer de calores súbitos más frecuentes y severos.
•
Trate de usar prácticas de mente-cuerpo como el
yoga u otras técnicas para auto-calmarse.
Tratamientos para los sofocos
Terapia Hormonal sustitutiva THS
Durante la menopausia se produce un descenso de la hormonas
femenina estrógenos y progesterona. Los síntomas que se producen son
principalmente por la deficiencia de estrógenos, por lo que la terapia hormonal
sustitutiva ha demostrado ser eficaz en:
•
Sofocos
•
Síntomas psíquicos
•
Alteraciones en la piel y en las mucosas
genitales
• Disminución de pérdida de masa ósea
El tratamiento de elección
es la THS, tanto en forma de estradiol como de tibolona, con
más de un 90% de éxito en el tratamiento. Son las únicas sustancias que han demostrado
su eficacia con un nivel de evidencia científica máxima. Debe limitarse su utilización
a las pacientes sin contraindicaciones, a la menor dosis posible y durante el menor
tiempo posible. Se recomienda en mujeres menores
de 60 años o dentro de los 10 años siguientes al inicio de la menopausia.
No se deben usar hormonas para los sofocos en caso de:
•
Cáncer de mama o útero.
•
Haber sufrido un derrame cerebral o un ataque
cardíaco, o tiene un fuerte historial familiar de derrames cerebrales o
enfermedades cardíacas
•
Riesgo de tromboembolismo.
•
Tiene enfermedad de higado
•
Piensa que está embarazada o podría quedar
embarazada.
•
Ha tenido reacciones alérgicas a los
medicamentos hormonales.
Alternativas
no farmacológicas para los sofocos
En aquellos casos en que las pacientes decidan no seguir este
tipo de tratamientos o bien presenten rechazo a los mismos, se pueden plantear
otras alternativas como la fitoterapia (que consiste en la
utilización de plantas medicinales con finalidad terapéutica para solucionar
algún problema de salud). En estos casos, el nivel de
eficacia y la evidencia científica no está demostrado de forma consistente.
En este momento se desconoce si las hierbas u otros productos
"naturales" son útiles o seguros. Los beneficios y riesgos aún se
están estudiando. Siempre hable con un profesional de la salud antes de tomar
cualquier hierba o
suplemento para tratar sus calores súbitos u otros síntomas
menopáusicos.
Otras alternativas no farmacológicas pueden consistir en
realizar técnicas de respiración y relajación que ayuden a controlar
situaciones de estrés. A través de la liberación de serotonina se puede ayudar
a disminuir la intensidad de los sofocos.
0 comentarios:
Publicar un comentario