Consecuencias
psicológicas del aborto: ¿Cómo impacta en la salud mental?
La
interrupción de un embarazo es un evento que puede resultar muy impactante para
la mujer, aunque las secuelas emocionales serán más o menos intensas en función
de ciertos factores.
Se
define como aborto a la interrupción y finalización prematura del embarazo de
forma natural o voluntaria. hecha antes
de que el feto pueda sobrevivir fuera del útero. Cuando un aborto ocurre de
forma inesperada, este se denomina aborto espontáneo. En cambio, cuando el
aborto se produce de forma deliberada se suele denominar aborto inducido.
En
cualquier caso, cuando una mujer pasa por la experiencia del aborto, esta
vivencia puede ser impactante y dejar una huella psicológica. En general puede experimentarse
como un proceso de alta carga emocional, aunque esto dependerá de diversos
factores.
Añadido
a esto, todo lo relacionado con el aborto (tanto el inducido como el
espontáneo), suele estar envuelto por un aura de tabú que dificulta a muchas mujeres
compartir su experiencia. Esto lleva a que muchas de ellas vivan su proceso en
silencio, creyendo que aquello que ellas sienten no es vivido por nadie más.
Por ello, en este artículo vamos a hablar acerca de las consecuencias
psicológicas que pueden derivarse del aborto.
6
consecuencias psicológicas del aborto
En
psicología no hay generalizaciones, pues cada persona experimenta sus vivencias
de forma única. Un mismo evento puede repercutir de manera distinta en dos
personas dependiendo de algunos factores.
En el caso de un aborto, pueden influir factores como el estilo de
personalidad de la mujer, sus habilidades de afrontamiento, si el embarazo era
o no deseado, el punto del embarazo en el que se produjo el aborto si este fue
espontáneo o el apoyo social del que dispone la mujer. A continuación, vamos a
comentar algunas de las consecuencias psicológicas del aborto más comunes.
1. Culpa
Tras sufrir un aborto, es posible que la mujer sienta una profunda
culpa después de haber perdido a su bebé. Incluso cuando se trata de un
aborto natural, puede que esta caiga en el error de achacarse la
responsabilidad de lo sucedido, pensando en aquellas cosas que hizo y
que pudieron influir en el curso del embarazo.
Normalmente, estos pensamientos no se ajustan a la realidad, pues
en ocasiones el embarazo puede verse interrumpido por factores ajenos a lo que
lo que la mujer haya podido haber hecho durante la gestación. Sin embargo, el
deseo de buscar respuestas ante un hecho doloroso (especialmente cuando el
embarazo era deseado) puede llevar a rumiar en esta dirección, buscando causas
y culpables alrededor.
El sentimiento de culpa puede acompañar a la mujer incluso cuando
el aborto ha sido una decisión meditada o tomada por el bien de la madre y el
bebé. El instinto puede llevar a la mujer a sentirse en deuda con un
bebé al que debería haber cuidado y que, por diferentes razones, no ha
podido sobrevivir.
Las mujeres que optaron por abortar voluntariamente pueden no
arrepentirse de su decisión y saber que han hecho lo mejor, pero aun así
experimentar culpa por sentirse “egoístas”, algo en lo que suele influir el
pensamiento de la sociedad en general acerca del aborto. Cuando una mujer
decide interrumpir su embarazo en un contexto social que castiga el aborto, es
más probable que aparezcan este tipo de sentimientos.
2. Vacío
Después de un aborto es posible que la mujer sienta una profunda
sensación de vacío. Perder un bebé implica un proceso de duelo,
especialmente cuando era un hijo deseado y el aborto se produjo de manera
inesperada. La mujer puede sentir una tristeza muy intensa que le lleve a
sentirse vacía, ya que las ilusiones y expectativas acerca de su hijo se rompen
en pedazos de repente.
En algunas mujeres este sentimiento es transitorio y sólo se
extiende durante algunas semanas. Sin embargo, es posible que en ciertos casos
esto se prolongue debido a que no se ha elaborado el duelo adecuadamente. En
estos casos, puede ser necesaria la ayuda de un profesional de la psicología.
3. Pérdida de confianza y autoestima
Cuando una mujer experimenta un aborto puede suceder que esto
impacte en su autoestima. Así, es posible deje de sentirse capaz de poder tener
un hijo en el futuro por temor a que se repita el mismo episodio. A veces, el
hecho de haber sufrido un aborto se puede vivir como un ataque directo a su
sentimiento de valía.
En este sentido, la sociedad no suele favorecer lo contrario, pues
a menudo se transmite el mensaje de que aquellas mujeres sin hijos o que no son
naturalmente fértiles son menos válidas que el resto o están incompletas. En
estos casos, es fundamental que la mujer pueda recuperarse
emocionalmente antes de transitar de nuevo por la experiencia de la maternidad.
Si decide buscar un nuevo bebé antes de haber vuelto a la normalidad, es
posible que el embarazo se viva con mucha ansiedad y desconfianza.
4. Obsesión/evitación en relación con los bebés
Hay mujeres que, después de vivir un aborto, pueden empezar a
experimentar cierta obsesión hacia los bebés en general. En los casos más
extremos, algunas pueden llegar a recurrir a muñecos para poder cuidarles y
saciar su deseo de ser madres de forma superficial.
En estos casos suele ser necesaria la intervención de un
profesional, pues puede tratarse de un duelo patológico. En otros casos puede suceder
justo lo contrario, de forma que la mujer tiende a evitar todo aquello
relacionado con bebés debido a que esto le genera un enorme
sufrimiento.
5. Problemas de pareja
En general, un aborto constituye un evento muy duro que puede
poner en tensión a la pareja por diferentes motivos. En primer lugar, todo el
dolor que la mujer experimenta, sumado a su sentimiento de culpa y pérdida de
autoestima, puede hacer que ella rechace de pleno mantener relaciones sexuales.
El deseo se ve afectado y existe temor a un nuevo embarazo. En definitiva, el
impacto emocional puede perjudicar la vida íntima de la pareja y enfriar la
relación.
Por otro lado, es posible que ambos miembros de la
relación muestren diferentes estilos de afrontamiento. Si la mujer y su
pareja no lidian con el dolor de la misma manera, es posible que se produzcan
fricciones y conflictos que pueden distanciarlos. Esto es especialmente
probable en aquellas relaciones en las que la comunicación es deficiente o ya
existían conflictos previos.
6. Problemas de sueño
Todo el malestar que implica haber pasado por un aborto puede
afectar en la calidad del descanso. Muchas mujeres pueden experimentar
problemas como insomnio o pesadillas relacionadas con la pérdida del bebé.
Cómo superar el impacto psicológico de un aborto
La pregunta que cabe hacerse es si, en aquellas mujeres que sufren
problemas psicológicos después del aborto, es posible la recuperación. En la
mayoría de los casos, es posible que la mujer pueda recomponerse en algún
tiempo si recibe el apoyo que necesita.
En este sentido, puede ser de ayuda que el entorno,
especialmente la pareja, arrope y acoja de manera cálida el dolor de la mujer.
Es importante que ella pueda hablar de forma abierta de su pérdida, de forma
que poco a poco pueda integrar este episodio de su vida en su historia vital.
Ante todo, es recomendable que se aborde el proceso con mucha
paciencia, respetando los tiempos de la mujer sin forzarla a fingir que está
bien ni invalidar cómo se siente. A la hora de elaborar el duelo, algunas
mujeres pueden sentirse mejor al crear un espacio que les permita recordar al
bebé no nacido. En caso de que la recuperación natural no llegue con el paso
del tiempo, es importante que la mujer pueda recibir ayuda profesional en salud
mental.
Polémica en las investigaciones
En relación con las investigaciones realizadas acerca de los
efectos psicológicos del aborto, es importante señalar que ha existido una
marcada polémica. Si bien algunas investigaciones afirman que el aborto siempre
implica la aparición de secuelas psicológicas en la mujer, otras
parecen encontrar una mejora en aquellas mujeres que abortaron voluntariamente,
quienes ven reducidos sus niveles de ansiedad y apenas experimentan
arrepentimiento.
Entre ambos extremos, la posición más equilibrada es aquella que
sostiene que el impacto psicológico del aborto varía dependiendo de diversos
factores, como los antecedentes psicológicos de la mujer, el apoyo social del
que dispone, la legalización del aborto, etc.
Conclusiones
En este artículo hemos hablado acerca de las consecuencias
psicológicas que se pueden derivar del aborto. Cuando una mujer pasa
por esta experiencia, ella puede sufrir secuelas emocionales en
función de algunos factores, como puede ser su estilo de personalidad, sus antecedentes
psicológicos, el apoyo social que recibe, el tipo de aborto en cuestión
(espontáneo o inducido) o la situación legal del aborto en su país.
Todo ello hará que el dolor emocional derivado del aborto sea más
o menos intenso y duradero. En los casos en los que se produce afectación
psicológica, es común que la mujer pueda sentir un profundo sentimiento de
culpa, vacío y una merma en su autoestima y confianza en sí misma. Además, el
aborto puede desencadenar la obsesión o evitación total relacionada con los
bebés, así como problemas de pareja derivados de la reducción en el deseo
sexual o el choque entre estilos de afrontamiento muy distintos. Añadido a todo
esto, también es posible que aparezcan problemas de sueño.
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