¿Tiene otros nombres el asma?
El asma es una enfermedad crónica del aparato respiratorio. Se caracteriza por que los bronquios están inflamados y se obstruyen al paso del aire. Los síntomas característicos son tos, opresión en el pecho, pitos o sibilantes, falta de aire o ahogo. Como hemos comentado existen distintos tipos de asma, pero todos se caracterizan por lo citado previamente.
En algunas ocasiones, especialmente cuando no está claro el diagnóstico de asma, se prefiere hablar de episodios de sibilantes o broncoespasmos recurrentes, o incluso bronquitis de repetición si predomina la inflamación frente al broncoespasmo.
Se suele reservar el termino asma, cuando el diagnóstico está confirmado, dado que en este caso implica una enfermedad crónica en la que los síntomas tienden a permanecer, y se reservan los otros términos, cuando el asma no está confirmado o sospechas que los síntomas mejoraran con los años, especialmente en niños preescolares que presentan estos síntomas con mucha frecuencia.
¿Existe entonces diferencia entre bronquitis, broncoespasmo, hiperreactividad bronquial y asma?
La bronquitis es la inflamación de los bronquios causadas por distintos motivos, y se refiere al episodio agudo en el cual se produce. La mayoría de los niños pueden padecer bronquitis en algún momento. Cuando se padecen tres o más bronquitis, es muy probable que se trate de un asma especialmente en niños mayores, aunque se le siga llamando bronquitis al episodio agudo.
Broncoespasmo quiere decir que los músculos de los bronquios se contraen y los bronquios se estrechan. Un episodio de broncoespasmo es por tanto un proceso agudo en el cual predomina que el bronquio se cierre. En muchos casos en las bronquitis también aparece el broncoespasmo.
La hipersensibilidad o hiperreactividad bronquial (HRB) no es una enfermedad por sí misma. Se refiere a que los bronquios reaccionan más de lo habitual frente a muchos estímulos, como infecciones, alérgenos, aire frío, contaminación, ejercicio, tabaco, etc. La hiperreactividad bronquial es una característica, un rasgo del asma. La hiperreactividad puede ser debida a alguna alergia, y también puede aparecer como resultado de infecciones de los bronquios y persistir durante mucho tiempo .El asma es una enfermedad en la que existe hiperreactividad bronquial, que da lugar a broncoespasmo y bronquitis. El asma no es la única causa por la que se producen las bronquitis, dado que pueden haber otros motivos como las infecciones. A veces se utilizan estos nombres de forma indistinta para referirse a los mismos procesos.
¿Qué síntomas provoca el asma?
Los síntomas principales son tres: tos, sibilantes y disnea.
La tos suele ser “seca” inicialmente, en ataques, y luego se va convirtiendo en tos “húmeda” o “productiva”, de arrancar mucosidades.
Los sibilantes o “pitos” son como silbidos que se forman en los bronquios al pasar el aire. A veces sólo se oyen al auscultar con un fonendoscopio, y otras veces se oyen simplemente con la oreja, incluso a distancia del paciente.
La disnea es la sensación de dificultad respiratoria, de “ahogo”, o “fatiga” o “asfixia”. El paciente nota que le cuesta trabajo respirar, que le resulta difícil que el aire entre y salga de los pulmones.
Cuando una ventana está totalmente abierta, puede pasar mucho aire y no se oye ningún ruido; cuando se deja una rendija, pasa poco aire y además se oye como silba. Es una situación similar a lo que ocurre en el asma.
Se puede notar también una sensación de dolor o de presión en el pecho, como si se tuviese un peso en el pecho y no se pudiera mover.
¿Cómo aparecen los síntomas del asma?
Existe mucha variedad. Lo más habitual es comenzar con tos, después se notan los “pitos” o sibilantes, y finalmente la dificultad respiratoria y la opresión en el pecho. Cuando se va mejorando, primero desaparece la dificultad respiratoria, después los pitos y por último la tos.
El orden de aparición y desaparición puede variar, y comenzar por la dificultad respiratoria, sin tener tos ni oírse pitos, y puede ser incompleto, en el sentido de que sólo aparezca un síntoma o dos, y no el tercero.
En el caso de la tos, hay personas con asma que sólo tienen tos, sin los otros síntomas. Es lo que se llama tos espasmódica o equivalente asmático. Es una tos seca, en ataques que responde a la medicación antiasmática.
En algunas personas la aparición de síntomas es muy rápida, en cuestión de horas o incluso de minutos, y en otras es lenta, a lo largo de 2-3 días. La velocidad de desaparición es igual de variable. Cuanto más rápido sea, más probable es que el desencadenante sea alguna alergia, mientras que los procesos más lentos suelen estar desencadenados por alguna infección.
¿Cuándo aparecen los síntomas del asma?
Existe también una gran variedad. Hay personas que están habitualmente bien y cada cierto tiempo presentan episodios de asma, o crisis, o agudizaciones. Esos síntomas agudos de asma pueden aparecer una vez al año, o una vez al mes o a la semana. Algunas personas tienen síntomas que duran unas horas, y otras personas tienen síntomas durante varios días. Habitualmente los niños tienen recuperación total entre un episodio y otro, pero algunos tienen síntomas leves entre episodios, e incluso hay quien tiene síntomas más intensos de manera continua, todos los días del año.
Entre los que tienen síntomas intermitentes hay quienes tienen síntomas en los meses fríos, otros en la primavera, otros en toda época del año. Algunas personas sólo notan síntomas cuando coinciden con alguna infección, otras cuando realizan un ejercicio físico intenso, algunas personas cuando se ríen a carcajadas, o lloran, o en situaciones de “stress” y de nerviosismo.
Todas estas situaciones son lo que se llaman desencadenantes del asma, que no son los causantes de la inflamación crónica del asma, sino que actúan sobre unos bronquios ya previamente inflamados y muy reactivos.
¿Cuál es la peor época para el asma?
Aunque cada persona puede tener su propio peor periodo, la época en la que más pacientes tienen síntomas es el otoño, y la que menos pacientes tienen síntomas es el verano. En el otoño coinciden cambios climáticos, bajada de temperaturas y más humedad y lluvias, con la vuelta de los niños al colegio. En esas condiciones climáticas proliferan los ácaros y los hongos, y al estar en la aulas los niños se ven más expuestos a contagiarse virus unos a otros.
Cuando hay más alérgenos, los niños tienen más síntomas de asma; cuando se contagian con virus, los niños también tienen más síntomas de asma; pero cuando coinciden alérgenos y virus, sus efectos se multiplican, con aumento de síntomas e incluso de hospitalizaciones por asma
¿Qué personas con asma deben estudiarse?
Las personas con síntomas muy leves, muy aislados, con recuperación completa, sin repercusión en su ritmo de vida pueden esperar a ver cómo va evolucionando su asma de manera espontánea y pueden ser controlados por su pediatra sin necesidad de hacer un estudio específico.
Las personas con síntomas severos deben estudiarse sin ninguna duda. Si se tienen síntomas frecuentes, intensos, duraderos, incapacitantes, limitantes, con amenaza para la vida, con mala respuesta al tratamiento, con evolución a empeoramiento, con complicaciones, con necesidades de ingresos hospitalarios o visitas a urgencias, etc, se debe hacer una valoración completa del asma sin demora por parte de un especialista.
Las personas con síntomas intermedios deben comentar con su médico la conveniencia de realizar ese estudio o bien de esperar, para tomar conjuntamente una decisión. En caso de duda es recomendable hacer el estudio..
¿Qué son los causantes y los desencadenantes del asma?
Los causantes son los responsables de la inflamación crónica de los bronquios de las personas con asma. Son los que van causando un daño crónico y mantenido de los bronquios, y hacen que estos se vuelvan muy reactivos a toda clase de estímulos.
Los desencadenantes son los estímulos que actúan sobre ese bronquio ya previamente dañado, y son capaces de provocar un episodio agudo de asma. Los desencadenantes no causan el daño crónico, sino que se “aprovechan” del daño previo; si actúan sobre un bronquio sano no provocan ningún síntoma.
Los causantes más frecuentes del asma infantil son la alergia y las infecciones víricas. Además de causantes, tanto la alergia como las infecciones víricas actúan muy a menudo como desencadenantes.
Como desencadenantes, además de los dos anteriores, actúan el ejercicio, el aire frío, el tabaco, la contaminación, el “stress”, la risa, el llanto, los cambios climáticos, los olores fuertes, los humos, los ambientes cargados, etc.
Los desencadenantes se suelen llamar desencadenantes inespecíficos, excepto los alergenos, las sustancias que causan alergia, que además de causantes son también desencadenantes específicos.
¿Cómo se diagnostica que el asma no es de causa alérgica?
Algunos datos de analítica o de radiografías pueden ser de ayuda, pero lo más frecuente es que se diagnostique por exclusión, especialmente en el caso de asma inducido por virus. Esto quiere decir que si se realiza un estudio de alergia y es negativo, que no se identifica ninguna alergia, se dice que no es asma alérgica.
¿Cuál es el tratamiento del asma?
El tratamiento del asma tiene también tres aspectos, el tratamiento del qué, el tratamiento del cómo, y el tratamiento del porqué.
El tratamiento del qué se refiere al tratamiento de los síntomas agudos o tratamiento de rescate. Cuando aparecen los síntomas de manera aguda se usan medicamentos broncodilatadores, que relajan los músculos bronquiales contraídos, y hacen que los bronquios se ensanchen para que pase mejor el aire. Su efecto es rápido, pero también se pasa en unas horas, por lo que es necesario administrarlo varias veces mientras duran los síntomas.
El tratamiento del cómo se refiere al tratamiento preventivo, que se usa a diario, para disminuir la inflamación crónica de los bronquios, y hacer que no sean tan reactivos. En función de la frecuencia e intensidad de los síntomas se utilizarán unos tratamientos preventivos u otros, incluso si los síntomas son leves y esporádicos puede no ser necesario.
El tratamiento del porqué se refiere al tratamiento de la causa o tratamiento etiológico. Cuando se identifica una causa alérgica, se usa un tratamiento para eliminar esa causa (medidas ambientales), o para que el cuerpo se adapte a esa causa y no le cause ya daño (inmunoterapia o vacunas de la alergia).
¿Es recomendable la vacuna de la gripe en el asma?
Es muy recomendable que las personas con asma se vacunen contra la gripe todos los años, a cualquier edad.
Este contenido se ha obtenido de La SEAIC ( Sociedad Española de Alegología e Inmunología Clínica).