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sábado, 18 de febrero de 2023

LA SEXUALIDAD EN EL EMBARAZO

 




 

Entendemos la sexualidad como una capacidad que nos proporciona placer y bienestar. Saber reconocerla es muy importante, ya que somos personas sexuadas y sexuales y asumirlo hace que nos sentimos más seguros y nos relacionamos mejor con los otros. El asumir la sexualidad como un derecho nos ayuda a desarrollar habilidades sexuales y habilidades para enamorarnos, para buscar pareja y para conservarla.

La sexualidad es una fuente de salud, de placer, de afecto, de intimidad, sensualidad y creatividad, y está presente a lo largo de toda nuestra vida, aunque se manifieste de forma diferente según las etapas vitales por las que pasamos.

La sexualidad cada vez adquiere más importancia para las personas, tanto a nivel individual como en la relación de pareja. Las personas buscan en su pareja al amigo o amiga y también al amante. Los profesionales que trabajamos en terapia sexual sabemos que los problemas sexuales de las parejas acaban interfiriendo en los otros aspectos de las relaciones de pareja y que los problemas de pareja (convivencia, comunicación, roles…) acaban afectando las relaciones sexuales de los miembros.

Una de las etapas más importantes en la vida de la mujer y su pareja es el embarazo, y aquí, como en otros momentos, la sexualidad tiene una expresión propia.

Durante el transcurso de un embarazo, se producen en la pareja múltiples y profundos cambios, que pueden afectar distintas áreas de su relación. 

En la esfera sexual dichos cambios provocarán,  dependiendo de algunos factores que posteriormente analizaremos, que salga fortalecida y renovada o salga perjudicada, convirtiéndose entonces en una fuente de conflictos y malestar. 

Hoy en día que tanto se habla de sexualidad y parece que todo esté dicho, el embarazo sigue siendo una etapa en que la sexualidad parece que no exista, no se habla ni se informa y ello genera muchas veces incertidumbre y ansiedad,  también por no saber dónde preguntar e informarse.

Los factores que tienen que ver con la sexualidad de la mujer gestante y su pareja son múltiples. Podemos destacar los propios de cada persona, como son la cultura, la educación, la situación socioeconómica, la situación sentimental actual, las historias sexuales previas, la vivencia actual de la sexualidad, el impacto del embarazo en su salud…., y,  otros factores que dependen de cada pareja y de la relación que tengan establecida, como la  comunicación, la vinculación , el compromiso, el proyecto de futuro ,la  vida sexual en pareja, y desde luego  de la información que dispongan de la sexualidad y en concreto de lo que ocurre en la sexualidad durante el embarazo. No podemos obviar que todavía hay muchos miedos y muchos mitos que van a influir en este ámbito.

 

Cambios anatómicos y fisiológicos durante la gestación y su influencia en la vida sexual de la pareja 

Como hemos comentado anteriormente, durante la gestación aparecen cambios progresivos relacionados con el aspecto físico de la mujer como el aumento de peso y de volumen, que se hace evidente con el crecimiento del abdomen, la alteración en la coloración de la piel y en las mucosas genitales, la hiperflexibilidad de las articulaciones (las sacro ilíacas y los huesos pelvianos para poder  aumentar la capacidad de la pelvis y facilitar el parto).

Y otros cambios que tienen que ver con la fisiología como son los ocurridos en el sistema cardiovascular, urinario, digestivo, respiratorio, de coagulación, y órganos reproductivos. 

 

En la vagina  se produce un aumento de lubricación y un aumento de sensibilidad, debido a la existencia  de una mayor vascularización que se traduce en una mayor congestión, una mucosa que cambia a una  tonalidad más violácea y un cambio a nivel del flujo que puede variar en textura y cantidad con un ph más ácido, posiblemente para protegerla de posibles infecciones y las mamas también sufren cambios espectaculares, cambios que en algunas ocasiones empiezan de forma muy temprana, incluso desde el momento de la primera falta de menstruación. Se produce un aumento de tamaño y de firmeza, las areolas se agrandan y oscurecen. Aparecen e ellas los tubérculos de Montgomery (que son glándulas sebáceas alargadas) cuya finalidad es lubricar la areola y los pezones. La piel se estira y deja traslucir los vasos sanguíneos. La capacidad eréctil de los pezones aumenta y en definitiva se muestran mucho más sensibles  

La piel también cambia, aunque estas variaciones dependerán del tipo de piel que se tenga, la tendencia es hacia una piel más grasa. Suelen oscurecerse áreas como la cara, el cuello, las aréolas, y la línea media del ombligo hacia abajo. Al distenderse la piel, se pueden producir estrías por la pérdida de elasticidad. Existen cremas que pueden ayudar a la piel, aunque estas estrías tienen una predisposición genética

La boca también sufre cambios más o menos molestos. La principal alteración en la boca suele ser gingivitis generalizada caracterizada por importante inflamación y sangrado profuso debido a la acción de las hormonas esteroideas sexuales, y la mayor incidencia de caries. También pueden aparecer alteraciones en los labios que con mayor frecuencia se pueden fisurar o resecar. Por ello son tan importantes los cuidados odontológicos preventivos en la gestante.

Durante el embarazo la mujer puede tener una sintomatología que en el caso de que aparezca va a influir de forma negativa en su actividad diaria e inevitablemente en su vida sexual. Esta sintomatología tiene que ver con la aparición de: náuseas, vómitos, somnolencia, fatiga, edemas…

Como hemos visto la mujer que cursa con un embarazo normal sufre profundas modificaciones fisiológicas. Algunas de estas modificaciones de per se mejoran la vida sexual, me refiero al aumento de sensibilidad genital y mamaria, a la ilusión por haber creado una nueva vida y la percepción de mayor unión con la pareja… 

Cambios psicológicos durante la gestación y su influencia en la vida sexual de la pareja 

La mujer debe acostumbrarse a su nueva estructura corporal, en ocasiones se puede sentir insegura, con temor de que su pareja al verla con unos quilos de más, la vea poco atractiva.

Es importante tener en cuenta cómo percibe el compañero estos cambios fisiológicos de la mujer gestante y como se enfrenta a los retos y a la nueva situación que confiere la paternidad, reconociendo que él también se encuentra más vulnerable por sus propias angustias y miedos.

Para algunas personas, esta transformación del cuerpo puede provocar una alteración desfavorable en la imagen erótica de la mujer, y hacer que la mujer se olvide de su rol de seductora y seducida y su pareja deje de verla como una amante. 

Es evidente que estos factores pueden tener una influencia negativa en la actividad sexual de la pareja y en la respuesta sexual de sus miembros.

También como elementos fundamentales a valorar están las condiciones sociales que rodeen el embarazo. La edad de la gestante y las expectativas son fundamentales. No es lo mismo una embarazada adolescente con un embarazo no deseado, que una mujer adulta que ansía su primer hijo, o una mujer multípara que un nuevo embarazo significa una carga añadida. Como tampoco es la misma situación cuando hablamos de parejas que se embarazan tras años de estrés por esterilidad.

Cada vez somos más conscientes de la necesidad de atención psicosexual a las parejas sometidas a tratamientos por esterilidad como es el caso de la fecundación in Vitro.

Sin duda cualquier situación nueva en la vida de toda pareja supone readaptaciones dónde la comunicación es fundamental para continuar con el proyecto de futuro juntos.

Cambios en el comportamiento sexual que se producen durante el embarazo

Los cambios en el comportamiento sexual son frecuentes y se inician precozmente. Dichos cambios son muy variables y están condicionados por los aspectos planteados anteriormente (cambios fisiológicos de la gestante, cambios psicológicos de la pareja y situaciones más relacionadas con aspectos más sociales). Pero si que podemos hablar a grandes rasgos de algunas características comunes según la edad gestacional. 

Primer trimestre

En los primeros tres meses del embarazo comienza una etapa de adaptación a los cambios que se sucederán durante el embarazo y a asumir su nuevo rol de padres. 

Los cambios hormonales, grandes y rápidos, provocan un estado de labilidad emocional, por lo que demandarán mayor atención y demostración de afecto por parte de su pareja. Debe tenerse presente que muchas mujeres requerirán realizar un mayor esfuerzo para mantener el ritmo sexual usual, como consecuencia de la aparición de náuseas, vómitos, cansancio y otras molestias. 

El deseo sexual presenta variabilidad para cada caso. No hay uniformidad de criterios entre los diferentes autores, pero si parece coincidente que el primer trimestre de embarazo habitualmente se acompaña de una disminución de la actividad sexual y una disminución del deseo sexual por parte de la gestante. 

Como hemos visto anteriormente un síntoma característico es el aumento en la sensibilidad de las mamas, con aumento de su tamaño y tumefacción de las areolas y pezones. Este aumento en la sensibilidad muchas veces hace que un estímulo que antes resultaba placentero ahora sea una molestia. Para evitar esto, es recomendable mayor suavidad en esta etapa del embarazo. Pero, muchas mujeres manifiestan que con el tiempo la sensibilidad continúa, no así el dolor, por lo que la excitación es mayor. 

Con respecto al orgasmo, en la mayoría de las mujeres la frecuencia y la intensidad se mantienen sin grandes cambios.

Segundo trimestre 

Si bien se mantienen los cambios observados en el trimestre anterior, muchas mujeres manifiestan que el deseo ha aumentado. Existe un mayor bienestar, ya que han disminuido o desaparecido las molestias físicas y la pareja se ha adaptado al embarazo, desapareciendo muchos de los temores iniciales.  Es importante comentar que algunas mujeres tienen por primera vez un orgasmo durante este periodo.

Tercer trimestre

La mayoría de las mujeres experimenta una disminución o ausencia del deseo sexual, y una marcada disminución en la actividad coital muchas veces por miedo a desencadenar el parto.

La excitación comienza a disminuir progresivamente a medida que progresa el embarazo, debido a la disminución de las sensaciones placenteras que son provocadas por las congestiones de la vagina, vulva y clítoris a raíz del aumento de tamaño del feto y la posición de encaje para el parto. 

La frecuencia y la intensidad del orgasmo también disminuyen a medida que transcurre el embarazo. Si bien aumentan la necesidad de mimos, caricias y cuidados al sentirse más inseguras y frágiles,

 

Mitos y miedos de la sexualidad durante el embarazo

Algunas parejas suelen experimentar temor de dañar al bebe durante el coito, otras se pueden sentir inhibidas por los movimientos fetales, otras preocupadas por generar un prematuro nacimiento. Lo cierto es que, la desinformación sumada a la presencia de múltiples prejuicios culturales que se han transmitido a lo largo de todos los tiempos como verdades absolutas, consideran muchas veces a la embarazada como un ser “asexual”, sólo al servicio de la procreación. 

Años atrás, se aceptaba que el sexo durante el embarazo era algo incómodo, peligroso e incluso inmoral e indecente. 

El embarazo también ha servido como excusa para evitar relaciones sexuales cuando existen dificultades previas.

Hay algunos estudios no concluyentes que apuntan sobre el posible riesgo de la actividad coital   ,sobre todo durante el tercer trimestre, para producir infecciones y amnionitis, que pudieran ocasionar rotura prematura de membranas y parto prematuro, pero puntualizando asociaciones con situaciones de inmunosupresión o parejas múltiples sin utilización de protección.

Algunas ventajas de las relaciones sexuales durante el embarazo


No se necesita ningún método anticonceptivo (si se tiene pareja estable), 

En las parejas que han tenido problemas de esterilidad puede ser el momento en que realmente pueden disfrutar de su sexualidad espontáneamente sin estar pensando en termómetros, calendarios o días especiales del ciclo para poder tener sus relaciones. 

Si hay buena relación de pareja, aumenta la vinculación y la complicidad entre ella y fomenta la participación de la pareja en el proceso del embarazo

Contraindicaciones de las relaciones coitales durante el embarazo

 Se pueden mantener relaciones sexuales durante el embarazo siempre y cuando no haya alguna complicación específica que las desaconseje como:

§  Historia clínica con antecedentes de abortos espontáneos repetidos.

§  Sangrado activo a través de la vagina en el embarazo actual.

§  Diagnósticos precisos de actividad uterina precoz (contracciones antes de lo normal).

§  Amenaza de aborto o aborto en evolución (se puede dar por deficiencia hormonal, malformación genética, placenta baja).

§  Inserción baja de placenta, amenaza de parto prematuro.

§  Presencia de alguna enfermedad orgánica grave no controlada, (diabetes, preclampsia).

§  Si hay embarazo ectópico (cuando el óvulo fertilizado queda “atrapado” en la trompa de Falopio y produce dolor en un costado de la pelvis, a menudo con sangrado).

(Dr. José Juan Valdés y Dr. Jaime Jasso)

 

Algunas ideas para mejorar la vida sexual

 

§  Utilizar técnicas que sirvan para incrementar la conciencia corporal y sensorial y faciliten la aparición de respuestas eróticas:

El masaje sensitivo, las caricias, el contacto.

El reconocimiento y la utilización de todos los sentidos La utilización de las fantasías sexuales.

Romper la monotonía y la falta de imaginación

§  Dejar de lado las preocupaciones viendo a la intimidad como un espacio necesario para una mayor calidad de vida.

§  Comunicación sexual positiva Lenguaje asertivo, refuerzo positivo implícito y explícito Que la expresión de la sexualidad “no sea solamente el coito”.

§  La relación sexual además de un derecho es un sentimiento de autovaloración, de sentirse querido, amar al otro, compartir y estar próxima a otra persona.

 

Conclusiones:

§  Los cambios hormonales durante el embarazo producen efectos dispares en la sexualidad de las gestantes, mientras algunas mujeres aumentan su libido otras sufren el efecto contrario. 

§  Es muy importante para la mujer embarazada, conservar su capacidad erótica y orgásmica. La primera, contribuye a mejorar su autoestima (más allá de los cambios) y la armonía conyugal; y la segunda, ayuda a mantener la elasticidad y la flexibilidad de los músculos pélvicos, tan necesarias para el parto.

§  La sexualidad no es sólo genitalidad; En una relación sexual interviene todo el cuerpo y cuando una pareja desea compartir sentimientos de intimidad, amor y sexo, lo puede hacer sin la obligatoriedad del coito. 

§  Los masajes, las caricias, el petting, la masturbación pueden ser una importante fuente de placer sensual y comunicación intima tanto durante el embarazo como fuera de él.

§  Es importante conocer las posturas sexuales que favorecen las relaciones coitales durante el

embarazo; posturas que no presionen el abdomen de la mujer embarazada:

 La mujer encima es una de las posiciones más cómodas ya que la mujer controla su peso, el grado de penetración y la intensidad del acto sexual.

La penetración de lado también es cómoda ya que se logra una distribución pareja del peso y una penetración no muy profunda

§  La prohibición de coito no implica prohibición para los encuentros sexuales.

§  En un embarazo normal sin patología intercurrente el coito no entraña riesgos ni efectos perjudiciales

§  La información sexual ofrecida en los servicios sanitarios sigue siendo insuficiente. Es necesario ofrecer información objetiva y ya, en la primera entrevista hablar de los cambios que se producen durante el embarazo y su influencia a nivel sexual: de la inocuidad de las relaciones sexuales, de las posturas más cómodas y de las alternativas a la relaciones coitales

 

Bibliografía

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