Entendemos
la sexualidad como una capacidad que nos proporciona placer y bienestar. Saber
reconocerla es muy importante, ya que somos personas sexuadas y sexuales y
asumirlo hace que nos sentimos más seguros y nos relacionamos mejor con los
otros. El asumir la sexualidad como un derecho nos ayuda a desarrollar
habilidades sexuales y habilidades para enamorarnos, para buscar pareja y para
conservarla.
La
sexualidad es una fuente de salud, de placer, de afecto, de intimidad,
sensualidad y creatividad, y está presente a lo largo de toda nuestra vida,
aunque se manifieste de forma diferente según las etapas vitales por las que
pasamos.
La
sexualidad cada vez adquiere más importancia para las personas, tanto a nivel
individual como en la relación de pareja. Las personas buscan en su pareja al
amigo o amiga y también al amante. Los profesionales que trabajamos en terapia
sexual sabemos que los problemas sexuales de las parejas acaban interfiriendo
en los otros aspectos de las relaciones de pareja y que los problemas de pareja
(convivencia, comunicación, roles…) acaban afectando las relaciones sexuales de
los miembros.
Una de las etapas más importantes
en la vida de la mujer y su pareja es el embarazo, y aquí, como en otros
momentos, la sexualidad tiene una expresión propia.
Durante el transcurso de un
embarazo, se producen en la pareja múltiples y profundos cambios, que pueden
afectar distintas áreas de su relación.
En
la esfera sexual dichos cambios provocarán,
dependiendo de algunos factores que posteriormente analizaremos, que salga
fortalecida y renovada o salga perjudicada, convirtiéndose entonces en una
fuente de conflictos y malestar.
Hoy
en día que tanto se habla de sexualidad y parece que todo esté dicho, el
embarazo sigue siendo una etapa en que la sexualidad parece que no exista, no
se habla ni se informa y ello genera muchas veces incertidumbre y
ansiedad, también por no saber dónde
preguntar e informarse.
Los
factores que tienen que ver con la sexualidad de la mujer gestante y su pareja
son múltiples. Podemos destacar los propios de cada persona, como son la
cultura, la educación, la situación socioeconómica, la situación sentimental
actual, las historias sexuales previas, la vivencia actual de la sexualidad, el
impacto del embarazo en su salud…., y,
otros factores que dependen de cada pareja y de la relación que tengan
establecida, como la comunicación, la
vinculación , el compromiso, el proyecto de futuro ,la vida sexual en pareja, y desde luego de la información que dispongan de la
sexualidad y en concreto de lo que ocurre en la sexualidad durante el embarazo.
No podemos obviar que todavía hay muchos miedos y muchos mitos que van a
influir en este ámbito.
Cambios
anatómicos y fisiológicos durante la gestación y su influencia en la vida
sexual de la pareja
Como hemos comentado
anteriormente, durante la gestación aparecen cambios progresivos relacionados con
el aspecto físico de la mujer como el aumento de peso y de volumen, que se hace
evidente con el crecimiento del abdomen, la alteración en la coloración de la
piel y en las mucosas genitales, la hiperflexibilidad de las articulaciones
(las sacro ilíacas y los huesos pelvianos para poder aumentar la capacidad de la pelvis y
facilitar el parto).
Y otros cambios que tienen que ver
con la fisiología como son los ocurridos en el sistema cardiovascular,
urinario, digestivo, respiratorio, de coagulación, y órganos
reproductivos.
En la vagina se produce un aumento de lubricación y un
aumento de sensibilidad, debido a la existencia
de una mayor vascularización que se traduce en una mayor congestión, una
mucosa que cambia a una tonalidad más
violácea y un cambio a nivel del flujo que puede variar en textura y cantidad
con un ph más ácido, posiblemente para protegerla de posibles infecciones y las
mamas también sufren cambios espectaculares, cambios que en algunas ocasiones
empiezan de forma muy temprana, incluso desde el momento de la primera falta de
menstruación. Se produce un aumento de tamaño y de firmeza, las areolas se
agrandan y oscurecen. Aparecen e ellas los tubérculos de Montgomery (que son
glándulas sebáceas alargadas) cuya finalidad es lubricar la areola y los
pezones. La piel se estira y deja traslucir los vasos sanguíneos. La capacidad
eréctil de los pezones aumenta y en definitiva se muestran mucho más sensibles
La piel
también cambia, aunque estas variaciones dependerán del tipo de piel que se
tenga, la tendencia es hacia una piel más grasa. Suelen oscurecerse áreas como
la cara, el cuello, las aréolas, y la línea media del ombligo hacia abajo. Al
distenderse la piel, se pueden producir estrías por la pérdida de elasticidad.
Existen cremas que pueden ayudar a la piel, aunque estas estrías tienen una
predisposición genética
La boca también
sufre cambios más o menos molestos. La principal alteración en la boca suele
ser gingivitis generalizada caracterizada por importante inflamación y sangrado
profuso debido a la acción de las hormonas esteroideas sexuales, y la mayor
incidencia de caries. También pueden aparecer alteraciones en los labios que
con mayor frecuencia se pueden fisurar o resecar. Por ello son tan importantes
los cuidados odontológicos preventivos en la gestante.
Durante el embarazo la mujer puede
tener una sintomatología que en el caso de que aparezca va a influir de forma
negativa en su actividad diaria e inevitablemente en su vida sexual. Esta sintomatología
tiene que ver con la aparición de: náuseas, vómitos, somnolencia, fatiga,
edemas…
Como hemos visto la mujer que
cursa con un embarazo normal sufre profundas modificaciones fisiológicas.
Algunas de estas modificaciones de per se mejoran la vida sexual, me refiero al
aumento de sensibilidad genital y mamaria, a la ilusión por haber creado una
nueva vida y la percepción de mayor unión con la pareja…
Cambios
psicológicos durante la gestación y su influencia en la vida sexual de la
pareja
La mujer debe acostumbrarse a su
nueva estructura corporal, en ocasiones se puede sentir insegura, con temor de
que su pareja al verla con unos quilos de más, la vea poco atractiva.
Es importante tener en cuenta cómo
percibe el compañero estos cambios fisiológicos de la mujer gestante y como se
enfrenta a los retos y a la nueva situación que confiere la paternidad,
reconociendo que él también se encuentra más vulnerable por sus propias
angustias y miedos.
Para algunas
personas, esta transformación del cuerpo puede provocar una alteración
desfavorable en la imagen erótica de la mujer, y hacer que la mujer se olvide
de su rol de seductora y seducida y su pareja deje de verla como una
amante.
Es evidente que estos factores
pueden tener una influencia negativa en la actividad sexual de la pareja y en
la respuesta sexual de sus miembros.
También como
elementos fundamentales a valorar están las condiciones sociales que rodeen el
embarazo. La edad de la gestante y las expectativas son fundamentales. No es lo
mismo una embarazada adolescente con un embarazo no deseado, que una mujer
adulta que ansía su primer hijo, o una mujer multípara que un nuevo embarazo
significa una carga añadida. Como tampoco es la misma situación cuando hablamos
de parejas que se embarazan tras años de estrés por esterilidad.
Cada vez somos más conscientes de
la necesidad de atención psicosexual a las parejas sometidas a tratamientos por
esterilidad como es el caso de la fecundación in Vitro.
Sin duda cualquier situación nueva
en la vida de toda pareja supone readaptaciones dónde la comunicación es
fundamental para continuar con el proyecto de futuro juntos.
Cambios en el
comportamiento sexual que se producen durante el embarazo
Los cambios en el comportamiento
sexual son frecuentes y se inician precozmente. Dichos cambios son muy
variables y están condicionados por los aspectos planteados anteriormente
(cambios fisiológicos de la gestante, cambios psicológicos de la pareja y
situaciones más relacionadas con aspectos más sociales). Pero si que podemos
hablar a grandes rasgos de algunas características comunes según la edad
gestacional.
Primer trimestre
En los primeros tres meses del
embarazo comienza una etapa de adaptación a los cambios que se sucederán
durante el embarazo y a asumir su nuevo rol de padres.
Los cambios
hormonales, grandes y rápidos, provocan un estado de labilidad emocional, por
lo que demandarán mayor atención y demostración de afecto por parte de su
pareja. Debe tenerse presente que muchas mujeres requerirán realizar un mayor
esfuerzo para mantener el ritmo sexual usual, como consecuencia de la aparición
de náuseas, vómitos, cansancio y otras molestias.
El deseo
sexual presenta variabilidad para cada caso. No hay uniformidad de criterios
entre los diferentes autores, pero si parece coincidente que el primer
trimestre de embarazo habitualmente se acompaña de una disminución de la
actividad sexual y una disminución del deseo sexual por parte de la
gestante.
Como hemos
visto anteriormente un síntoma característico es el aumento en la sensibilidad
de las mamas, con aumento de su tamaño y tumefacción de las areolas y pezones.
Este aumento en la sensibilidad muchas veces hace que un estímulo que antes
resultaba placentero ahora sea una molestia. Para evitar esto, es recomendable
mayor suavidad en esta etapa del embarazo. Pero, muchas mujeres manifiestan que
con el tiempo la sensibilidad continúa, no así el dolor, por lo que la
excitación es mayor.
Con respecto al orgasmo, en la
mayoría de las mujeres la frecuencia y la intensidad se mantienen sin grandes
cambios.
Segundo
trimestre
Si bien se
mantienen los cambios observados en el trimestre anterior, muchas mujeres
manifiestan que el deseo ha aumentado. Existe un mayor bienestar, ya que han
disminuido o desaparecido las molestias físicas y la pareja se ha adaptado al
embarazo, desapareciendo muchos de los temores iniciales. Es importante comentar que algunas mujeres
tienen por primera vez un orgasmo durante este periodo.
Tercer
trimestre
La mayoría de las mujeres
experimenta una disminución o ausencia del deseo sexual, y una marcada
disminución en la actividad coital muchas veces por miedo a desencadenar el
parto.
La excitación comienza a disminuir
progresivamente a medida que progresa el embarazo, debido a la disminución de
las sensaciones placenteras que son provocadas por las congestiones de la
vagina, vulva y clítoris a raíz del aumento de tamaño del feto y la posición de
encaje para el parto.
La frecuencia
y la intensidad del orgasmo también disminuyen a medida que transcurre el embarazo.
Si bien aumentan la necesidad de mimos, caricias y cuidados al sentirse más
inseguras y frágiles,
Mitos y
miedos de la sexualidad durante el embarazo
Algunas parejas suelen
experimentar temor de dañar al bebe durante el coito, otras se pueden sentir
inhibidas por los movimientos fetales, otras preocupadas por generar un
prematuro nacimiento. Lo cierto es que, la desinformación sumada a la presencia
de múltiples prejuicios culturales que se han transmitido a lo largo de todos
los tiempos como verdades absolutas, consideran muchas veces a la embarazada
como un ser “asexual”, sólo al servicio de la procreación.
Años
atrás, se aceptaba que el sexo durante el embarazo era algo incómodo, peligroso
e incluso inmoral e indecente.
El
embarazo también ha servido como excusa para evitar relaciones sexuales cuando
existen dificultades previas.
Hay
algunos estudios no concluyentes que apuntan sobre el posible riesgo de la
actividad coital ,sobre todo durante el
tercer trimestre, para producir infecciones y amnionitis, que pudieran
ocasionar rotura prematura de membranas y parto prematuro, pero puntualizando
asociaciones con situaciones de inmunosupresión o parejas múltiples sin
utilización de protección.
Algunas ventajas de las relaciones sexuales durante el embarazo
No se necesita ningún método
anticonceptivo (si se tiene pareja estable),
En las
parejas que han tenido problemas de esterilidad puede ser el momento en que
realmente pueden disfrutar de su sexualidad espontáneamente sin estar pensando
en termómetros, calendarios o días especiales del ciclo para poder tener sus
relaciones.
Si hay buena relación de pareja,
aumenta la vinculación y la complicidad entre ella y fomenta la participación
de la pareja en el proceso del embarazo
Contraindicaciones
de las relaciones coitales durante el embarazo
Se pueden mantener relaciones sexuales durante
el embarazo siempre y cuando no haya alguna complicación específica que las
desaconseje como:
§ Historia clínica con antecedentes de abortos espontáneos
repetidos.
§ Sangrado activo a través de la vagina en el embarazo actual.
§ Diagnósticos precisos de actividad uterina precoz (contracciones
antes de lo normal).
§ Amenaza de aborto o aborto en evolución (se puede dar por
deficiencia hormonal, malformación genética, placenta baja).
§ Inserción baja de placenta, amenaza de parto prematuro.
§ Presencia de alguna enfermedad orgánica grave no controlada,
(diabetes, preclampsia).
§ Si hay embarazo ectópico (cuando el óvulo fertilizado queda
“atrapado” en la trompa de Falopio y produce dolor en un costado de la pelvis,
a menudo con sangrado).
(Dr.
José Juan Valdés y Dr. Jaime Jasso)
Algunas ideas
para mejorar la vida sexual
§ Utilizar técnicas que sirvan para incrementar la conciencia
corporal y sensorial y faciliten la aparición de respuestas eróticas:
El
masaje sensitivo, las caricias, el contacto.
El
reconocimiento y la utilización de todos los sentidos La utilización de las
fantasías sexuales.
Romper
la monotonía y la falta de imaginación
§ Dejar de lado las preocupaciones viendo a la intimidad como un
espacio necesario para una mayor calidad de vida.
§ Comunicación sexual positiva Lenguaje asertivo, refuerzo positivo
implícito y explícito Que la expresión de la sexualidad “no sea solamente el coito”.
§ La relación sexual además de un derecho es un sentimiento de
autovaloración, de sentirse querido, amar al otro, compartir y estar próxima a
otra persona.
Conclusiones:
§ Los cambios hormonales durante el embarazo producen efectos
dispares en la sexualidad de las gestantes, mientras algunas mujeres aumentan
su libido otras sufren el efecto contrario.
§ Es muy importante para la mujer embarazada, conservar su capacidad
erótica y orgásmica. La primera, contribuye a mejorar su autoestima (más allá
de los cambios) y la armonía conyugal; y la segunda, ayuda a mantener la
elasticidad y la flexibilidad de los músculos pélvicos, tan necesarias para el
parto.
§ La sexualidad no es sólo genitalidad; En una relación sexual
interviene todo el cuerpo y cuando una pareja desea compartir sentimientos de
intimidad, amor y sexo, lo puede hacer sin la obligatoriedad del coito.
§ Los masajes, las caricias, el petting, la masturbación pueden ser
una importante fuente de placer sensual y comunicación intima tanto durante el
embarazo como fuera de él.
§ Es importante conocer las posturas sexuales que favorecen las
relaciones coitales durante el
embarazo;
posturas que no presionen el abdomen de la mujer embarazada:
La mujer encima es una de las posiciones más
cómodas ya que la mujer controla su peso, el grado de penetración y la
intensidad del acto sexual.
La penetración de lado también es
cómoda ya que se logra una distribución pareja del peso y una penetración no
muy profunda
§ La prohibición de coito no implica prohibición para los encuentros
sexuales.
§ En un embarazo normal sin patología intercurrente el coito no
entraña riesgos ni efectos perjudiciales
§ La información sexual ofrecida en los servicios sanitarios sigue
siendo insuficiente. Es necesario ofrecer información objetiva y ya, en la
primera entrevista hablar de los cambios que se producen durante el embarazo y
su influencia a nivel sexual: de la inocuidad de las relaciones sexuales, de
las posturas más cómodas y de las alternativas a la relaciones coitales
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