Liquen escleroso vulvar: dermatitis en zonas íntimas
El liquen escleroso es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, de probable origen autoinmune, que en mujeres afecta de forma predominante a la vulva y que cursa con brotes y remisiones. No es contagioso ni se trasmite a través del contacto sexual.
Este trastorno de la piel presente en las zonas íntimas afecta a ambos sexos: en ellas aparece principalmente en la vulva y puede debutar a cualquier edad, pero es más frecuente en mujeres postmenopáusicas debido al evidente déficit de estrógenos que tiene lugar en esta etapa. Las causas de la enfermedad se desconocen, aunque se estima que su origen sea multifactorial. Así, los trastornos autoinmunitarios, la predisposición genética, los desequilibrios hormonales e incluso los traumatismos son factores que pueden estar implicados, explican los expertos de Intimina, compañía especializada en salud íntima femenina. En cuanto a la incidencia, puede que estemos ante un trastorno infradiagnosticado, ya que no todas las mujeres consultan con su médico a causa del gran estigma que conlleva.
En varones, el liquen escleroso afecta a la parte superior del pene, y la patología es conocida como liquen escleroso balanoprepucial.
Los síntomas
- Aunque en ocasiones no presenta síntomas, el liquen escleroso vulvar puede presentar cambios de aspecto y adelgazamiento de la piel con parches blanquecinos y distintas lesiones en forma de eritema, descamación, erosiones y fisuras, más frecuentemente ubicadas en los surcos labiales y en la región perianal.
- El picor es el síntoma predominante y puede acompañarse de escozor, molestias o incluso dolor y/o dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales).
- El impacto de esta afección va más allá de lo físico, ya que a menudo afecta al bienestar emocional y mental.
- Si no es tratado adecuadamente, pueden aparecer complicaciones importantes, como la pérdida de la estructura anatómica normal y un aumento del riesgo de carcinoma epidermoide vulvar.
Sin cura, pero con opciones de tratamiento
Generalmente el diagnóstico se realiza mediante una prueba microscópica de una pequeña muestra de tejido afectado por la enfermedad. Una intervención precoz es crucial para tratar el liquen escleroso ya que, aunque no tiene cura, existen varias opciones de tratamiento para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Estos pueden incluir medicamentos tópicos, como corticosteroides, o inhibidores de la calcineurina para reducir la inflamación y el picor. La fototerapia, que consiste en exponer la piel afectada a la luz ultravioleta, también puede ser beneficiosa en algunos casos.
En cuanto al pronóstico, estamos ante una enfermedad crónica que puede requerir un tratamiento continuo. Sin embargo, con los cuidados adecuados, muchas personas pueden controlar eficazmente sus síntomas y llevar una vida satisfactoria.
Bibiografia: Consejo farmacéuticos
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